Esta es la Crónica de las Etapa de ayer en la que hice dos etapas (17 y 18) de las previstas inicialmente.
Palas de Rei - Santiago de Compostela
Tiempo: 8.15 horas
Kilómetros: 64
Méteo: Sol y nubes dispersas
l despertarme hoy, lo primero que he hecho ha sido asomarme a la calle para ver si estaba la bicicleta, sí, ahí seguía y parece que completa. el hospitalero me dijo que todos los días quedan ahí bicicletas y nunca ha pasado nada, pero...
He recogido mis cosas, las he colocado en la bici y a las 7.15 h salía del albergue, tenía que atravesar Palas, a la entrada había una gasolinera y he hecho el típico desayuno de gasolinera (Batido de cacao, bollito y zumito en tetrabrik).
He continuado, a veces por camino, a veces por asfalto, hasta Melide, a 15 Km. pasando por Casanova, Leboreiro y Funelos. En Melide he pasado al centro para sellar la credencial en la Iglesia del pueblo, he esperado 15 minutos al párroco que tenía que decir misa a las 9.30 h.
Me pongo en marcha hasta Boente, último pueblo de la provincia de Lugo, porque el siguiente, Catañeda pertenece ya a La Coruña. En el trayecto se cruza conmigo Javier, el malagueño, charlamos un ratito y, como tira mas que yo, sigue adelante.
Sigo a mi ritmo y paso por Arzúa, se nota que ya estamos mas cerca de una gran ciudad, por el tráfico y por que ya hay menos zonas boscosas.
El camino sigue en el mismo plan, a veces asfalto, a veces pista, con toboganes continuos, a una bajada le corresponde una subida.
Paso por Salieda, Santa Irene y Rúa, para llegar a Pedrouzo a las 12.30 h, final de la etapa 17.
Es pronto para acabar hoy, tengo algo de hambre y anoche llamé al Hostal La Salle en Santiago para reservar los días 19 y 20. Decido llamar para ver si es posible cambiar la reserva al 18 y 19, sin problemas. Me tomo un bocata de ternera con tomate y decido llegar a Santiago de Compostela en esta etapa, total solo quedan 19 Km..
A las 13 h salgo con destino Santiago de Compostela, primero por la N-547, pero cuando pasa a ser autovía, nos abligan a los peregrinos (a pie o en bici) a pasar al camino que ya es asfaltado hasta el final.
Pasamos por Lavacolla, pueblo que atravieso para después bordear la valla del aeropuerto de Santiago, al final se inicia una subida hacia San Marcos y a continuación, entre eucaliptus, a Monte do Gozo, donde se ven las agujas de la Catedral y donde hay un complejo-albergue inmenso, pero que hoy a esta hora esta bastante desierto. Este es el sitio donde la mayoría de los peregrinos pernoctan el día anterior a entrar en Santiago, ya solo quedan 4,5 Km.
Entro en recepción para que me pongan el penúltimo sello en la credencial, el último será en la Catedral de Santiago.
Retomo el camino hacia el destino final, siguiendo las indicaciones, y poco a poco me voy acercando al centro de la ciudad, consciente de que el Sueño Compostelano que llevo acariciando desde hace algún tiempo está a punto de hacerse realidad, cosa que ocurre a las 15.35 h, cuando entro en la plaza del Obradoiro y me planto ante la magnifica fachada de la catedral, frente al pórtico de la Gloria.
La emoción y los sentimientos me embargan, no se puede describir lo que siento, atrás queda la dureza y la grandeza del Camino con todas sus vivencias. Nada es comparable.
Me llama Pedro, para felicitarme (pues me ha controlado todo este tramo final con el Endomondo) y no me salen las palabras.
Justo en ese momento aparece por allí Wolfgang, el alemán de Munich que ha llegado por la mañana a Santiago, nos abrazamos y comentamos la emoción del momento.
Después de estar un buen rato meditando todo este acúmulo de sensaciones, pido a un peregrino que pasa por allí que me haga unas fotos con mi cámara con la catedral como fondo.
A continuación voy a la oficina del peregrino a por el último sello en mi credencial y la Compostela, a estas horas hay muy poca gente en todos los sitios (3 personas delante de mí).
Luego me dirijo al Hostal-Albergue La Salle, en la calle Tras Santa Clara 2, donde tengo reservada la habitación y además hay parking de bicis.
Envío las fotos que me hice delante de la catedral a Isabel y Fernando e inmediatamente me llama Isabel, todavía me dura la emoción.
Ya en el Hostal ( a 10 minutos andando desde la plaza del Obradoiro), me dan la habitación y me doy una ducha, hago una colada con toda la ropa sucia y mientras la lavadora-secadora hace su programa subo a descansar un rato a la habitación. La habitación está bien, es como un hotel de 3 estrellas.
A las 19 horas salgo a dar una vuelta, a disfrutar de Santiago, sigue haciendo un día magnífico, y a las 20.30 h paso para cenar un menú del peregrino en un mesón de por el centro (Gambas a la plancha, chuleta de cerdo y tarta del apóstol: 8 €) y de paso ver el primer tiempo del partido España-Croacia.
En el descanso vuelvo al Hostal pues estoy algo cansado, en el camino veo a Aldo, un italiano con el que he coincidido en el camino y en algún albergue, me dice que el miércoles va a Finisterre, como yo, a lo mejor coincidimos, nos despedidos hasta Finisterre.
Santiago está prácticamente vacía, por el partido de España, vuelvo al Hostal al tiempo de ver el segundo tiempo, al final, sufriendo, ganamos 1-0.
Hoy ha sido un día perfecto.
Mañana iré a las 12 a la misa del Peregrino y a dar el abrazo al apóstol. Luego me ocuparé de conseguir el billete de tren para volver el 22 a Madrid, visitar a mis padres y hermana y saludar a mis amigos, para volver luego a Benicasim, donde ya tengo muchas ganas de volver a estar con mi familia.
Abrazos a todos y gracias por seguirme.