
Siguiendo otro camino, no muy lejos de ella, podemos encontrar otro de estos Montes de Mercurio (éste sin cruz).
Los segadores gallegos en su paso hacia Castilla, donde iban a trabajar, continuaron con la tradición depositando una piedra a su paso.
En su base, a lo largo de los siglos los peregrinos han depositado piedras hasta formar un monte. Una leyenda cuenta que cuando se construyó la Catedral de Santiago de Compostela, se pidió a los peregrinos que contribuyeran trayendo piedra. En todo caso la tradición es tirar una piedra, traida del lugar de origen de cada uno, de espaldas a la cruz para simbolizar con ello, el desprenderse de los pecados que originaban la peregrinacion. L
os peregrinos creían que el día del Juicio Final, «cuando las piedras hablen», éstas testificarán que dicho peregrino había cumplido en vida su peregrinación; en caso de no haber arrojado la piedra, aquélla no tendría validez. Algunos dicen que este acto, consiste en arrojar fuera de sí todo aquello que no es puro, el pecado o el miedo a lo desconocido, se trataría de sacar lo peor propio o de nuestros allegados a través de un sistema psicológico, de una especie de magia simpatética, y dejarlo a los pies de la cruz Esta es algunas de las muchas explicaciones que hay, otra decia que el origen esta en una ley romana que obligaba en ciertos puestos fronterizos a pagar un arancel, que normalmente se hacia con algun tipo de mineral.
Yo, para cumplir la tradición, llevaré la piedra que buscaré entre las que hay en la playa delante de mi casa en Benicasim y la depositaré en el montículo.
Desde el alto se domina todo un circo de montañas y se pueden observan las dos vertientes donde se sale de la Maragatería y se entra al Bierzo .
En 1982 fue construida junto a la Cruz una capilla dedicada al Apóstol Santiago, y desde hace unos años, el Centro Gallego de Ponferrada celebra la Festividad de Santiago con una romería en el lugar que congrega a cientos de personas.