martes, 6 de diciembre de 2011

La Seguridad en El Camino



n aspecto importante, y motivo de preocupación por la mayoría de los que vamos a realizar el Camino de Santiago es la Seguridad, desde los puntos de vista preventivo y de atención en los casos de que algún incidente nos haya acontecido.
   Por este motivo he recopilado información de medidas básicas, casos particulares e información institucional de la atención que vela por la seguridad del peregrino a lo largo del camino.

   En el camino tó el mundo no es güeno. Durante la ruta diaria no hay que dejar nunca la mochila o la bicicleta sin vigilancia y hay que llevar el dinero, la tarjeta de crédito y el DNI o pasaporte en una bolsa cinturón (riñonera).
   Afortunadamente, los casos de robos en los albergues son muy poco frecuentes. De todos modos, y especialmente en los albergues más grandes, es necesario tomar las elementales medidas de seguridad y no dejar olvidados los objetos de valor mientras estamos, por ejemplo, en la ducha o paseando por la población.   
   También hay la posibilidad, de hecho la más frecuente, de dejarnos alguna cosa olvidada en alguna de las múltiples paradas habituales a lo largo de una etapa (bajo un árbol, en un bar, etc.).
   Si se va acompañado, hay vigilar las mochilas (o alforjas en caso de bicigrinos) mientras uno se esté duchando, así se evitará pérdidas innecesarias o posibles hurtos.

   Para los que llevamos bicicleta hay que asegurarse de que por la noche esta quede a buen recaudo, no hay que dejarla nunca (ni siquiera encadenada) en la calle o en un sitio no cerrado, para ello hay que intentar pernoctar en Albergues que tengan un lugar para guardar la bici cuando nos encontremos en ellos.

   Respecto a la Seguridad Vial, en nuestro caso como bicigrinos debemos tener en cuenta el doble aspecto de Peregrinos indefensos frente a otros vehículos cuando circulamos sobre asfalto y de portadores de vehículo cuando lo hacemos por caminos transitados por peregrinos a pie.
   Para el primer caso deberemos tener en cuenta las mismas medidas que ponemos en marcha en la práctica diaria cuando circulamos en bicicleta en zonas donde hay otros vehículos mas pesados, es decir circular por la derecha, lo mas pegado al arcén posible o incluso por el mismo arcén si lo hubiere, tener los cinco sentidos siempre alerta (nada de cascos para oír música) y llevar luces, sobre todo si el día está muy nublado o está lloviendo, así como procurar llevar prendas reflectantes.
   Respecto al segundo caso, al circular por caminos mas o menos estrechos, si vamos a adelantar a Peregrinos a pie tocar con suficiente antelación el timble de la bicicleta (sin ánimo de asustar, claro) o pedir paso de la forma lo más educada posible, y no acercarnos demasiado al peatón en el momento de adelantarle saludando con educación si nos dejan pasar (debemos quitarnos los bicigrinos esa mala fama que algunos nos han dado), el "Buen Camino" que no falte.
 

   En principio, la seguridad en el Camino de Santiago depende en cada tramo de la localidad o municipio concreto por el que este pase. Es decir, la seguridad depende de la Guardia Civil y/o de la Policía Municipal de cada zona, como dependen de ellos la seguridad y protección ciudadana en general.
   Lo que sí existe por parte de ciertas asociaciones u organizaciones campañas y acciones encaminadas a fomentar y asegurar la protección y seguridad de los peregrinos. Por ejemplo, el Camino de Santiago cuenta con varios puntos negros en materia de seguridad de tráfico, dado que parte de sus trayectos cruzan por carreteras nacionales y locales, un hecho al que se le suma un número insuficiente de pasos de cebra que ha propiciado que más de un peregrino pie, o un bicigrino, haya sido atropellado. Por estos motivos la Sociedad de Xestión del Xacobeo y la Fundación Mapfre pusieron en marcha una campaña de seguridad vial que se llevó a cabo por todos los albergues del Camino de Santiago, donde se repartieron a los peregrinos reflectantes y material con recomendaciones viales básicas de carácter preventivo.
   Otro ejemplo lo constituyen los voluntarios de Protección Civil que colaboran en el Plan de Atención al Peregrino (PAP) y que atienden tanto solicitudes de información como asistencias sanitarias. Estos Grupos de Protección Civil de Atención al Peregrino están constituidos por voluntarios organizados en diferentes agrupaciones para hacer frente a las posibles necesidades de los caminantes. Establecen turnos para cubrir las zonas por donde pasa la ruta jacobea, especialmente el Camino Francés, los caminos del Norte, el Camino Portugués y la Ruta de la Plata, por ser donde hay un mayor número de peregrinos.
   Los voluntarios patrullan los itinerarios en grupos mínimos de dos para ofrecer ayuda personalizada, asistencia de primeros auxilios, traslados de heridos y búsqueda de peregrinos extraviados. Estas agrupaciones de voluntarios trabajan en colaboración con el Centro de Coordinación SOS Galicia para informar a tiempo real de las incidencias y las solicitudes de ayudas.


   Además, el Centro de Emergencias 112 actúa como Centro de Coordinación Operativa y está en permanente comunicación con los grupos de atención a los peregrinos para recibir información de las agrupaciones de voluntarios y movilizar otros medios si fuese necesario, por lo cual es fundamental que al comienzo de cada etapa nos aseguremos de que llevamos el móvil con la batería cargada a tope.

Como resumen que podríamos decir que hacer el Camino de Santiago es una manera de viajar seguro, aunque no esta exento de peligros, como la vida misma y que en todo momento hay que usar el Sentido Común para abordar las dificultades que puedan surgir a lo largo de él.

   Un consejo final, nunca, pero nunca eh!,  encadenéis la bici de la manera que esta encadenada en esta foto.

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